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miércoles, 5 de septiembre de 2012

¿Somos capaces de aprender para luego enseñar




Daniel Prieto Castillo, un reconocido autor de la comunicación con aportes hacia una mejor educación apunta lo siguiente: “Es muy difícil aprender de alguien con quien poco me comunico, mal me comunico o no me comunico”.
Se dice comúnmente que cada mente es un mundo, desde mi punto de vista, cada mente es una estrella, porque todos tenemos brillantez en nuestros pensamientos, mismos que al hacerlos práctica nos convierte en un ser humano potencialmente capaz de comunicar y hacer práctica lo aprendido o leído.

Ahora bien, “poco me comunico”, es decir hablo solo lo necesario, en el momento oportuno y con un grupo selecto, es cierto que más vale parecer un tonto con la boca cerrada, que abrirla y disipar toda duda, pero es elementalmente necesario comunicarse con todo aquel ser humano que nos rodea.

“Mal me comunico” a veces nuestra lengua vuela más rápida que nuestra mente y hablamos primero para pensar después. Uno de los problemas que todo ser humano propicia en cualquier comunicación es hablar sin pensar, cuando reflexionamos, nos damos cuenta de lo mal que expresamos nuestro pensamiento, insultamos, ofendemos o simplemente dijimos algo incorrecto, no hubo orden lógico o secuencia en nuestra oración. Lo mejor es pensar antes que hablar, para luego actuar.

“No me comunico”. El ser humano que es catalogado como antisocial, no es solamente aquel que no quiere hablar, porque al final si comunica algo, el de no querer relacionarse con los demás. Sin embargo, cuantos de nosotros creamos barreras imaginarias para entorpecer la comunicación.